


Viedma Ediciones
PROYECTO Editorial
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Tiefenfenomenología es el título de un proyecto editorial que nace de la urgencia de la situación de nuestra época caracterizada por grandes cambios en poco tiempo. Las personas están desorientadas, la política desbordada, muchas instituciones se desmoronan. Deducimos de ello la necesidad de reconstruir la vida personal y social. Hemos llegado a un punto en que es necesario recomenzar. En este contexto aparece la conveniencia de una revaloración de la filosofía para la formación humana y científica. Nuestro proyecto parte de la convicción de que un nuevo comienzo es posible, si se descubre el fondo de los problemas y el centro humano-espiritual desde el cual es posible un nuevo comienzo.
Trasfondo histórico:
Muchos pensaban que tras la Segunda Guerra Mundial los hombres cambiarían. No ha sido así. Desde entonces otras guerras han asolado las naciones. Ahora una nueva amenaza se cierne sobre el mundo. La situación tiene carácter de urgencia. Es tiempo de reflexión y de conversión, de abordar los problemas desde su raíz para cambiar de vida. La madre natura ha desenmascarado con una pandemia, con volcanes, terremotos los límites de la ciencia humana y nos ha invitado a entrar en nosotros mismos en el silencio, a encontrar nuestro centro para tratar de reorganizar nuestra vida, reconociendo nuestros errores, buscando puntos de luz. Ahí en el hondón se abren caminos donde podemos comunicarnos y compartir para apoyarnos mutuamente en lugar de sucumbir a ideologías que nos dividen. Antes de ser miembros de grupos determinados, somos seres humanos con el anhelo de vivir y de realizarnos en libertad. Eso nos lleva a la plenitud personal. De ella depende la paz y el bienestar social. El sentido de la hisoria se decide en cada una de nuestras vidas. Para comprender esta correspondencia entre lo universal y lo individual hay que aprender a pensar. Descubrir lo que realmente quiero, sin compararme con nadie, pero conscientes de que lo que sucede en nuestra vida personal tiene relación con mi entorno, con mi propia historia individual. Precisamente porque estamos sometidos a una influencia constante, es urgente que descubramos nuestras posibilidades de autrorealización. No se trata de repetir lo que hacen todos sino de saber lo que quiero y puedo hacer yo. Pensar mi vida desde cero. Para ello hay que aprender a entrar en nosotros mismos, retirándonos de vez en cuando del bullicio que nos distrae de lo esencial. Lo verdaderamente necesario es descubrirme a mí mismo. El descubrimiento de sí mismo es el acontecimiento absoluto, la eternidad en el tiempo. Partiendo de ese centro puedes encontrarlo todo, la plenitud que significa ser uno mismo.
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Oasis del silencio​​
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Aprendiendo a pensar
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La vida se vive hacia adelante, pero se entiende mirando hacia atrás, opinó Sören Kierkegaard. El filósofo danés compuso obras geniales sobre la existencia, pero fracasó en su vida personal. Ello demuestra que entender y existir son fenómenos distintos. Sabemos que hay personas con una inteligencia privilegiada o con cualidades poco comunes, que fracasan en lo fundamental: saber vivir. No obstante, comprender el sentido de los hechos es una necesidad vital. Para ello no basta la intuición; hay que disponer de un método para analizar de manera adecuada el contenido pluridimensional de los fenómenos que en el mundo humano llamamos vivencias.
Por vivencias entendemos experiencias de nuestra vida que son fugaces en su realización inmediata, pero que desparecen sólo aparentemente, en realidad permanecen en nosotros constituyendo la sustancia de la vida. Yo soy el resultado de mis vivencias. Las vivencias han ser de trabajadas corrigiendo las equivocaciones que hubo, sanando las heridas que causaron y recuperando el sentido que pretendieron, pero no siempre lograron.
De ahí que interpretar tenga en nuestro contexto una connotación terapéutica, ya que a veces las cosas no salen bien a la primera y los errores causan heridas. Los problemas de hoy pueden tener su origen en conflictos pasados que quedaron sin resolver. Solucionar implica a) descubrir el punto de ruptura y b) reconstrucción genética del proceso interrumpido. El desarrollo de la vida no suele ser rectilíneo. Discurre más bien en espiral, formando ciclos autóctonos, conectados entre sí por una dinámica que produce siempre lo mismo sin repetirse. La base es un subsuelo fijado por el pasado que sirve de trampolín hacia lo desconocido. Para buscar el significado de los acontecimientos de nuestra vida hay que considerar los siguientes aspectos:
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1) intención oculta o subconsciente que conecta los momentos de la espiral de nuestra existencia,
2) puntos de ruptura en nuestra vida y heridas que causan,
3) Necesidad de sanación para poder continuar edificando,
4) reconstrucción terapéutica.
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El pensar profundo, la búsqueda del centro transcendental que intentamos fomentar en Viedma Ediciones saca a la luz el sentido de los acontecimientos de la superficie, descubriendo la conexión que los une entre sí.
Teniendo presente el dinamismo de esos factores el arte de pensar en profundidad ayuda a descubrir caminos donde, a primera vista, parece que solo hay atolladeros. Lo que parece derrota, resulta ser pausa para un nuevo comienzo. Fomentar la actitud valiente, dispuesta en todo momento a recomenzar: Por consiguiente, no se entiende la vida mirando sólo hacia atrás, como decía el filósofo danés. El espíritu fuerte mira desde la esperanza hacia el horizonte donde lo que ya fue una vez y se desgastó, resurge cada día de nuevo susurrando:
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La vida comienza ahora y aquí.
El centro se encuentra en cada punto.
La savia que vivifica los fenómenos
Procede de la misma raíz.
Dios es la palabra que usamos para designar el misterio de la vida.
La vida es concreta, la de cada uno junto con la de los demás.
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Que yo esté aquí, es en sí indeducible. Aunque se conozcan todos los detalles de mi vida, nadie puede explicar por qué es así y no de otra manera. Es una verdad extratemporal, mi vida se desarrolla en el tiempo, pero su núcleo no es temporal. La energía que me impulsa es un don de arriba. Por eso me levanto después de cada caída, recomienzo después de cada derrota. Inexplicable, pero real. Esa misteriosa paradoja que vale para todo lo que existe, es lo que intentamos captar con la palabra Dios. Es el valor absoluto que rige y dirige tu vida. Es lo más profundo en ti. Tu verdad.
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Del mismo modo que las personas también las épocas tienen, descubren o pierden a su Dios.
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En 1933 una persona llamada Adolf Hitler quiso ocupar el puesto de todos los demás, destronando al Dios único que se encuentra en todos los sitios. Y sucedió el desastre que ocurre siempre que un ser finito y limitado intenta apoderarse del todo.​
Tras la barbarie de 1941-45, vino la época de la impotencia y de la frivolidad. El llamado “pensamiento débil” surgió de la decepción tras la catástrofe, creció en la dispersión, está sucumbiendo en los remolinos de su propio desorden.
En 2020-21 surge un mundo microscópico que parece socavar los cimientos del planeta, y pone al descubierto los límites de la pequeñez humana. Para subsistir en el cosmos necesitamos ayuda sobrenatural. Aceptar con humildad esa característica de nuestro modo de existir es el comienzo de una grandeza auténtica.
1941/45, 2019/2022. La pesadilla nos obliga a unificar pensamiento y vida.
2023. Amanece un tiempo nuevo, lleno de ilusión. Tu vida es única y comienza cada día. Comenzamos de nuevo, ¡ahora! Esa es la máxima del pensamiento fuerte.
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El pensamiento fuerte resurge del entusiasmo por la vida, recuperando la esperanza mediante la fe en el sentido de la historia. Se articula en la composición de una mitología sacra, que impregna de sentido el día a día y da alas a la monotonía.
Agotado el interés por la novedad de lo superficial en los decenios pasados, regresamos a la seriedad de lo esencial, a lo que nos sustenta y nos une. La humanidad florece en la diversidad, pero se sustenta a partir de la unidad; porque diversidad es multiplicación de lo mismo. Necesitamos descubrir la esencia común.​
Se trata de rescatar el sentido fructífero de nuestras vivencias, corrigiendo actitudes equivocadas y recreando lo que, en su momento, vivimos a ciegas. Quizá tenía Machado ese aspecto en mente cuando escribió: “Juventud nunca vivida quién te volviera a soñar.” La vida es un sueño que se va realizando paulatinamente. Cada día es una nueva oportunidad. Don Quijote recomienza con la misma ilusión despu´s de cada fracaso. Pensamiento genuinamente español, desarrollado magistralmente por Cervantes y Calderón de la Barca. Visión optimista y al mismo tiempo realista, importante en nuestro tiempo tan convulso. Gran amenaza es la enfermedad de la avaricia que inventa trucos para camuflar su insaciabilidad. La avaricia es insaciable, por eso es incorregible por medio de leyes o castigos. Sin embargo, la enfermedad tiene remedio, elevándose con disciplina y concentración a dimensiones superiores de donde emanan la limpieza y la honestidad.​
Partiendo de esa actitud creativa estamos desarrollando una metodología filosófica, que iremos exponiendo gradualmente en estas páginas y en las publicaciones de Viedma Ediciones que, desde este momento, queda abierta a autores que deseen contribuir en la realización del proyecto. Se trata de un intento de descubrir la raíz de los fenómenos, de valorar el poder unificador del pensar esencial en los ámbitos de las Ciencias, de las Artes, de la Vida. La desorientación actual es presagio de una nueva era. Reinicia la filosofía auténtica, búsqueda de la verdad. Es necesario descubrir lo fundamental para poder vivir en común sin perder la identidad. La casa común es el cosmos, pero vivimos en nuestra tierra. Fomentar la visión cósmica y cuidar la patria chica no se excluyen, se condicionan más bien.
Nos parece urgente trabajar en la comprensión adecuada de fenómenos candentes actualmente, como la situación de la tierra y la posibilidad de proyectos políticos auténticos, capaces de conjugar un horizonte amplio multicultural, con el entronque en la propia identidad, presente en las tradiciones literarias, espirituales y folclóricas de cada país.
Este proyecto de renovación sobre la base de una “filosofía del Profundo” se inauguró con el nombre de Tiefenphänomenologie en los años 1977-1980 en un lugar retirado de la franconia alemana (llamado Bromberg, cerca de Sommerhausen), pequeña ciudad de artistas, pensadores y poetas, inmerso en la investigación de la historia de la ciencia, de mitos de la antigüedad y de tradiciones indígenas. Hace de ello más de medio siglo.
Ese generoso intervalo de tiempo entre gestación y nacimiento es el primer contenido que deseamos transmitir al lector en la época de las prisas. Las ideas tienen que madurar. No se debe coger nunca el fruto antes de que haya cumplido su tiempo.
El inicio de esta andadura se remonta al impulso que emanó de las conversaciones de una niña misteriosa, de nombre Malinska, con un profesor universitario, solitario y enfermo, llamado Walther. La historia de Walter y Malinska fue publicada por la Editorial Pfeil de Munich en 1986. Nosotros pensamos actualizarla en su momento. Escondida durante años la idea se presenta ahora, renacida en un rincón filosófico de pensamiento y oración a orillas del Mediterráneo en vísperas de un gran comienzo. La derrota del hombre fue ayer. Hoy nos ponemos en camino hacia el triunfo. Esa es la idea que la pequeña Malinska quiso transmitir al depresivo Walther.
¿Quiénes eran Malinska y Walther? Walther simboliza el hombre destruido por el ansia de poder. Malinska representa la limpieza del alma originaria que renueva y transmite la alegría de vivir.